JUSTICIA UNIVERSAL

El Día de Zamora

Ecos de Villalar, por Fco. José Alonso Rodríguez, 26 de Agosto de 2025.

En un mundo donde los crímenes más inhumanos —como el genocidio, la tortura y crímenes de guerra, la hambruna como arma de guerra, trascienden las fronteras, el derecho internacional ha creado una herramienta poderosa y necesaria: la jurisdicción universal.


Se le conoce como un principio que permite a cualquier Estado juzgar a quienes cometen estos delitos, sin importar dónde ocurrieron, quiénes son o de dónde vienen. No se trata de una invención moderna, sino de un legado nacido tras la Segunda Guerra Mundial en los tribunales de Núremberg, fue la primera que vez líderes nazis que se consideraban intocables, casi suprahumanos, fueron llevados ante la justicia por crímenes contra la humanidad. Hoy, casi ochenta años después, ese legado sigue vivo, pero con nuevos rostros, nuevas víctimas y nuevos desafíos, pero con las mismas causas de impunidad.


La Corte Penal Internacional (CPI) fue instituida en 1998 como luz de justicia global, concebida como un tribunal de complementariedad, interviene solo cuando los Estados no están dispuestos o no pueden juzgar, su capacidad de acción es constantemente obstaculizada. La Corte Penal Internacional, carece de fuerzas policiales propias y, en demasiadas ocasiones, sus órdenes de arresto quedan en papel mojado. Basta con ver los casos de Benjamín Netanyahu y Vladimir Putin, contra quien la CPI tiene orden de arresto, así como contra otros dirigentes y los Estados “cierran los ojos”. Lo mismo ocurrió con el sudanés Omar al-Bashir, acusado de genocidio en Darfur.
Estos fracasos no son meras concurrencias. Revelan una cruel realidad: cuando el poder político se interpone, la justicia internacional colisiona. Es en este vacío que la jurisdicción universal ha comenzado a cobrar protagonismo. No como un sustituto de la CPI, sino como su complemento indispensable. Donde el Estado falla, donde la CPI se paraliza, donde las inmunidades protegen a los culpables, otros tribunales están asumiendo la tarea.


La orden de detención contra Nicolás Maduro y otros altos dirigentes del régimen venezolano por crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco de la represión política sistemática. impulsada por organizaciones de derechos humanos y víctimas, se basa en informes de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, así como en evidencia recopilada por la propia Corte Penal Internacional, la política exterior de actores clave como Estados Unidos, que mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Maduro. Aquí se ve cómo la justicia, la diplomacia y las sanciones pueden caminar juntas, siempre que haya interés político y jurídico. Si falta uno, la impunidad vuelve a reinar. En el caso de Nicolás Maduro, no hay confrontación diplomático-judicial, porque no existe inmunidad ya que Argentina y Estados Unidos no le reconocen como presidente de Venezuela, al contrario, le señalan como ser la cabeza de organización terrorista y de capo de la mafia como líder del cartel de los Soles que introduce dora en EE.UU. que tiene abierta una investigación formal. le tiene preocupado, hasta su amigo y testaferro (según cuentan) Rodriguez Zapatero por si es considerado en algún momento como encubridor según asevera la oposición venezolana. Rodríguez Zapatero como José Bono están denunciados ante la CIA como INTERPOL por la Exfiscal General de Venezuela Luisa Ortega (hoy residente en España), por la venta de cuatro buques para el Ejercito venezolano en la época de Chaves, dotados con tecnología de EE. UU estando prohibido por el Gobierno de EE.UU. La venta se realizo en Caracas con la firma de José Bono y Juan Pérez Gomez entonces presidente de Navantia, según asegura la Exfiscala General de Venezuela con un sobreprecio que le reporto a Rodríguez Zapatero y José Bono una comisión de 30 millones de euros.


Se ha afianzado la idea de que ciertos delitos son tan graves que afectan a toda la humanidad. Son normas ius cogens, (tienen fuerza necesaria para no ser derrotada) imperativas, que no admiten excepciones. Y aquí es donde surge una de las grandes inflexibilidades: entre la ética del juez y la pragmática del diplomático.
Para un juez, un homicidio es un delito imperdonable. El arrepentimiento o la indemnización a las víctimas no eximen de la cárcel. Para un Gobierno, a veces es más conveniente presentar al victimario como un ejemplo de cambio, un gesto de reconciliación, aunque eso signifique impunidad o amnistía. Esta verdadera confrontación —entre quienes ejecutan la justicia y quienes manejan el poder— explica por qué figuras como Omar al-Bashir , Vladimir Putin y Benjamín Netanyahu siguen libres, no por falta de pruebas, sino por falta de voluntad política.


Recordemos el caso de Augusto Pinochet, detenido en Londres en 1998 por órdenes de un juzgado español, marcó un antes y un después. Expuso que un expresidente puede ser juzgado en un país extranjero y que la inmunidad no era intocable. Quedando libre por razones médicas, su detención abrió una brecha que ya no se puede cerrar.
El reto actual es equiparar justicia y política, garantizando que la jurisdicción universal no sea instrumentalizada por favores políticos. Los Estados que la ejerciten deben asegurar procedimientos transparentes, respetar el proceso. Donde el Estado falla, donde las inmunidades y amnistías protegen a los culpables, otros tribunales deben asumir la tarea. No es desobediencia es el destino implacable de la justicia. Los crímenes inhumanos no pueden quedarán sin castigo.


Politólogo. – Sociólogo. – Presidente del Centro de Estudios Ateneos – Presidente Liga Española Pro Derechos Humanos. – Federación Internacional Pro Derechos Humanos-España.

Sobre Felones y Empecinados

TheObjetive, por Javier Rioyo, Presidente de Honor del Centro de Estudios Ateneos, 22 de Agosto de 2025.

Cuando yo era chico soñaba con ser callejero por las afueras de Alcalá de Henares. Me gustaba hacer méritos para ser admitido en aquella «partida» de los chicos picieros. Fueron mis héroes reales. Una soldadesca adolescente, civil, incivil, a la que no me permitían pertenecer. Lo que no podían impedir es que escuchara embelesado las narraciones de sus picardías, que admirara sus batidas de gatos ferales, de ratas de campo o de conejos despistados. Me parecían un ejército salido de los relatos de aquellos jóvenes tan admirados y mitificados de las novelas de Dickens, Mark Twain, Stevenson o de los cuentos Daniel el Travieso. Para civilizarnos ya estaba Tintín; pero para asilvestrarnos, para complacer nuestro lado salvaje, aquellos que se aventuraban por ríos, callejones o islas misteriosas eran nuestros deseos imposibles. Aquellos admirados de la pandilla prohibida ejercían una gran fascinación aunque nada tuviera que ver el río Henares con el Misisipi, ni hubiera loros ni tatuajes, ni callejones londinenses en aquellas calles levíticas y renacentistas de una Alcalá decadente, histórica y hermosa.

Nosotros íbamos al instituto, aprendíamos latín y geografía, literatura y francés, pero no la asignatura de la calle. Aquellas aventuras contadas sobre la «caza» de animales domésticos -que en nada nos habían molestado- o de aquellas dreas con piedras y chichones que nos parecían desembarcos de piratas de agua dulce. Aquellos chicos sin bachiller, sin apenas lecturas, eran nuestros lazarillos, nuestros buscones, nuestros pícaros cercanos. En esas noches de verano y río, de escapadas y chicas miradas -no tocadas- nos parábamos en una plaza conventual y militar, una recoleta plaza de las afueras con una estatua que nos recordaba a un héroe que llevaba un mote que era toda una declaración de intenciones: El Empecinado, de nombre Juan Martín, héroe de la Guerra de la Independencia, de la Batalla del Zulema.

Jefe de la guerrilla contra el francés invasor, bigotudo militar alzado en notable busto, que para no caer en el olvido en una calle por las afueras, una parada en el camino a soñadas fugas sirvió, sin pretenderlo, a nuestra precaria formación de orgullo español, de popular y heroico personaje que después conocimos mejor, quisimos más y admiramos con ensoñación juvenil. Condenado y perseguido por el rey al que sirvió, traicionado y ahorcado por su fidelidad constitucional, por ser íntegro y liberal, digno patriota que apenas atendimos por más que recorriéramos la calle con su nombre, la plaza con su recuerdo. Hoy lo veo como ese ratón que se comió al gato vivo y después de jugar con él. Ese ratón empecinado se inventó la guerra de guerrillas y los guerrilleros. Esas artes, esos nombres han sido usado para lo bueno y para lo contrario. Para la libertad y para su secuestro.Javier Rioyo

Hace unos días, el 19 de agosto gracias a mi amigo –masón, liberal, castellano y ateneísta, patriota y culto– Francisco José Alonso, me enteré que se conmemoraba en Burgos la vida, obra y memoria de este tan singular hombre de una Castilla cruzada por el río de los mejores vinos, lleno de historia, de pasado poderoso, de demasiados incendios y demasiados olvidos. Nació Juan Martín, El Empecinado, en Castrillo de Duero, fue ahorcado y deshonrado en otra orilla del mismo río, en Roa ahora hace 200 años.

En Burgos, a pie de su monumento, fue rescatada su memoria y homenajeado su recuerdo, su lección de liberal y patriota, de digno luchador por la libertad de su pueblo y de su dignidad contra la felonía, la traición, la bellaquería y la indignidad de un gobernante que pasó de ser «el deseado» al felón que no cumplió ni sus juramentos constitucionales ni sus promesas: «Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional». Palabras que perseguirán siempre la realidad de Fernando VII, una hemeroteca de antaño que lo enfrenta a la verdad de su mandato, de su indigno cumplimiento de la palabra dada. Orientó su política a su propia supervivencia, al personal control del poder; ni le importó la decadencia de España, ni se resistió a su rendición a Napoleón ni a sus servidumbres vergonzantes ni el engaño a su pueblo. Nada, casi nada, de lo que prometió de la Constitución de Cádiz, que había reconocido su derecho a reinar, fue capaz de no traicionar. Su poder absoluto, su control, sus persecuciones, su manera de detentar el mando haciendo lo contrario de lo jurado y prometido, lo hacen ser una de las peores memorias de nuestra historia de infamias y mentiras.

Fue ladino, desconfiado, putero y se supo rodear de una camarilla de fieles bien pagados, de halagadores de sus «gracias», de su manera de vender el país y dejar hacer negocios a los fieles, de enriquecerse él mismo en un país desolado. España comenzó a ser secundaria en Europa, en el mundo, las colonias comenzaron su independencia, crecieron los contrabandistas y los lobistas de la época. Era un rey amado por parte del pueblo ignorante y despreciado por los liberales, los afrancesados y los que pretendían la modernidad del país.

Sin dejar de ser sencillo, cercano, no muy culto pero nada tonto, nunca dejó de ser soez y chabacano, amante del teatro y de las actrices, le gustaba presumir de «cojones» y tenía un miembro que asustaba por su tamaño y hacía difícil el placer. Gustaba en decir «carajo» en público y en privado –un admirado amigo lo sigue utilizando frecuentemente, aunque sea desde las antípodas del rey felón– le gustaban los toros y el billar, los libros y los pintores, Goya lo supo y lo cobró. Hizo posible la creación del Museo del Prado, del Botánico o del Museo de Ciencias Naturales. No le exime de nada, de casi nada, y no podemos olvidar que fue servil a Napoleón y dictador con su pueblo.

Su política estuvo orientada a su propia supervivencia en el poder. Dice de él la historiadora Isabel Burdiel: «Su manera de reinar consistió siempre en dividir y enfrentar entre sí a los que le rodeaban, proyectó un abyecto servilismo». Para Napoleón, al que no paró de hacer la pelota, al que no fue capaz de enfrentarse, al que se entregó y consistió la ocupación de una España sin lucha, sin negociación, siempre fue «estúpido y mezquino». Mientras él vivía en su lujosa prisión del exilio francés, dedicado a sus fiestas, sus bailes, sus cazas, su pueblo, esos guerrilleros empecinados, esos valientes que se inventaron una manera de lucha, de rebelión y derrota contra los invasores, creyeron en su palabra, cayeron en la trampa de su felonía.

El próximo sábado 23 de agosto, 200 años y unos días después de ser ahorcado, deshonrado, insultado y denigrado aquel campesino que llegó a capitán general, aquel guerrillero que nunca fue mercenario, será reivindicado y recordado en el pueblo de Roa. Brindaremos por este héroe de la clase campesina con un vino de esa tierra que se resiste contra políticos felones de ayer y de hoy. Murió resistiéndose contra la horca, no le fusilaron como al liberal Riego y sus compañeros en ninguna playa, fue muerto a la fuerza en la plaza de un pueblo que fue ignorante de su vida, de sus dignidades que luchó por un rey liberal y se enfrentó contra el rey vengativo e incumplidor.

Hoy en Roa se pide reconocimiento al que fue muerto indignamente por no haberse dejado comprar, ni tentar por títulos o dinero. «Diga usted al rey que si no quería la Constitución que no la hubiera jurado», así contestó a la oferta del rey al que defendió en la Guerra de la Independencia, cuando la ensoñación hizo que le llamaran «el deseado», antes que «el felón».

Insólito español, Juan Martín El Empecinado había nacido en el pueblo de Castrillo a los que se denominaban «empecinados» porque su arroyo estaba lleno de pecinas, ese cieno verde de las aguas en descomposición. De parecer un gentilicio despreciativo «empecinado» –gracias este guerrillero contra la deslealtad– significa una obstinación, una «terquedad», una pertinacia que algunos seguimos defendiendo en defensa de valores, en cumplimiento de promesas. Había jurado la Constitución de Cádiz, como su rey: «Vayamos todos y yo el primero por la senda constitucional». El rey no cumplió. El Empecinado también la juró y «jamás cometería la infamia de faltar a mis juramentos».

Javier Rioyo

Quién será, dónde estará hoy el espíritu del Empecinado. Y dónde el gobernante felón. Tengo algunas dudas empecinadas, algunas certezas de felonía. Ustedes mismos.

Juan Martín ‘El Empecinado’: “CRIMEN DE ESTADO”

El Día de Zamora, por Fco. José Alonso Rodríguez, 19 de Agosto de 2025.

Juan Martín llamado “El Empecinado” nace el 2 de septiembre 1775 en Castrillo de Duero (Valladolid) y es asesinado por el Estado 19 de agosto de 1825 en Roa (Burgos) muere en la Horca el Héroe por excelencia Juan Martin “El Empecinado” por orden del Felón Fernando VII, por respetar la Constitución y hacerla cumplir hasta al mismísimo Rey. El día 19 de agosto se cumplen el 200 aniversario de su “asesinato de Estado”.

En Castrillo de Duero, provincia de Valladolid, hay un río tan conscientemente humilde que se llama el Botija. Sus humedales, en las afueras del pueblo, han creado unas balsas de cieno negro que reciben el nombre de pecinas. Y a los que venían al mundo en las orillas de ese barro les llamaban en los pueblos cercanos «empecinados», hijos, pues, del arroyo humilde y de la tierra oscura. Pero por una de esas curiosidades de la historia, uno de los hijos de Castrillo, Juan Martín, nacido el 5 de septiembre de 1775, convirtió ese apodo en timbre de gloria, al punto que hoy es adjetivo enaltecedor de la constancia hasta más allá de lo razonable. Nació Juan Martín en una familia de labradores, sin mucha hacienda, mozo más bien bajo de estatura, fuerte y vigoroso, mofletudo. Tenía el mentón partido, la boca prieta y la piel atezada, como salida del sol de las eras castellanas y de las pecinas de su origen. Poco sabemos de sus primeros años, salvo que, como los chicos de su edad y condición, dejó pronto de estudiar y empezó pronto a trabajar. A los 16 años quiso sentar plaza como militar, pero su padre pudo impedírselo. Al poco estalló la Guerra del Rosellón, con la que España se unió a los vecinos de la Francia revolucionaria para liquidar su régimen, y el Rey pidió voluntarios. Uno de ellos fue Juan Martín, que en tierras francesas aprendió los rudimentos de la guerra y la guerrilla, así como ciertas normas de hidalguía y humanidad para con los prisioneros.

A la vuelta de la guerra, en 1796, casó con Catalina de la Fuente y se instaló en el pueblo de ésta, Fuentecén, entre Castrillo y Aranda de Duero. Allí vivió como un labriego más hasta que en 1808 los franceses ocuparon España entre la inopia del pueblo y la imbecilidad de sus mandamases. Había concebido Juan Martín en la Guerra del Rosellón tanta animosidad contra los franceses que, según la leyenda, antes del 2 de mayo ya se había echado al monte con dos vecinos para hostigar a los invasores. Al empezar las hostilidades fue ampliando su partida y comenzó a atacar la vía entre Madrid y Burgos que atraviesa su comarca natal y por la que discurría abundante circulación de hombres y pertrechos.

Es interminable el relato de sus andanzas y aventuras. Cargando a caballo y con arma blanca al frente de sus jinetes, son incontables los ataques de Juan Martín. Su movilidad, asombrosa. Su audacia, ilimitada. Con 150 hombres toma Salamanca. Es capaz de defender Béjar y llega a entrar hasta tres veces en Madrid. Tanta era su popularidad que los guerrilleros y los patriotas en general dieron en llamarse «empecinados», con la significación adjetiva que llega hasta hoy.

Convertido ya en jefe militar, persigue a los franceses hasta el fin de la guerra y, vuelto Fernando VII, es ascendido a mariscal de campo, aunque no le pagan. Su estrella palidece cuando se enciende de nuevo la tea absolutista. Pero Juan Martín no se resigna: conspira, se revuelve, trabaja por la vuelta del orden constitucional. Es un patriota, un liberal, como corresponde al apodo que le han permitido conservar como título: Empecinado. En 1820, Riego obliga al Rey Felón a acatar de nuevo la Constitución de Cádiz y El Empecinado es uno de los pocos militares importantes que se mantiene a su lado, durante el Trienio Constitucional. Cuando, con el respaldo oculto del Rey, empiezan a alzarse jefes guerrilleros como Merino para reimplantar el absolutismo, es Juan Martín el que debe perseguir a sus antiguos compañeros.

Juan Martín, como Riego y Torrijos, pertenecía al círculo de los comuneros, escisión masónica que agrupaba a los llamados exaltados, defensores de la constitución. Y quizás su compañero mejor en la época última de su vida fue Eugenio de Aviraneta, el pariente y personaje de las novelas de Baroja, modelo de conspiradores. Conforme iba perdiendo la guerra, cada vez más reducido a las montañas de su comarca natal, donde le acechaba la envidia de los vecinos y la inquina de sus antiguos compañeros de guerrilla, tuvo ocasión El Empecinado de pasarse a las filas de Fernando VII por expresa invitación de éste a lo que contestó: Diga usted al Rey que si no quiere la Constitución que no la hubiera jurado; que el Empecinado la juró y jamás cometerá la infamia de faltar a sus juramentos.

El Felón no lo olvidó. Cuando, tras la rendición de los generales liberales a los franceses de Angulema, Juan Marín se queda solo, se entrega pacíficamente en Olmos para salvar a sus hombres. Pero lo encadenan y lo llevan a rastras, entre los vejámenes del populacho, a Roa.  Desde finales de 1823 a 1825 ninguna humillación le es ahorrada. Viendo que su vida peligra, se movilizan sus compañeros y hasta el rey de Inglaterra pide clemencia, pero el de España, sin dar la cara, confirma la sentencia. En la plaza de Roa, el 19 de agosto, tras romper las esposas al pie del cadalso y tratar de huir a una iglesia, Juan Martín muere en la horca –se le niega ser fusilado– «por atentar contra los derechos del Trono». ¡El trono que defendió con su sangre cuando Fernando VII lo ofrecía de rodillas a Napoleón! Sin embargo, el ahorcado de Roa ha pasado a la historia como héroe.

A Juan Martín “El Empecinado” el Felón Fernando VII le ofreció un título nobiliario y una gran cantidad de dinero 1.000.000 de reales de la época, para que se adhiera a su causa. Sin embargo. El Empecinado rechazo la oferta yu mantuvo su lealtad a la Constitución de Cádiz que hay Jurado.

Los Castellanos y Leones siempre se han caracterizado en no Homenajear y destacar la figura de sus Héroes, pero estemos seguro que desde el “Circulo Cultural Juan Marín “El Empecinado” y “Ateneo Cultural Villalar”- Siempre estará presente y será para nosotros un “SIMBOLO DE HONOR Y DIGNIDAD”.

Politólogo. – Sociólogo. – Presidente de La Liga Española Pro-Derechos Humanos – Presidente del “Ateneo Cultural Villalar” y “Centro de Estudios Ateneos”.

El adiós a un grande de la política del siglo XX. José Mujica.

El Día de Zamora, por Fco. José Alonso Rodríguez, 20 de Mayo 2025.

No deja indiferente a nadie familiarizado con la política, el pensamiento y la personalidad del expresidente uruguayo José Mujica, fallecido recientemente, a punto de cumplir sus noventa años. La honestidad y claridad de sus ideas irrumpió en el panorama del convulso siglo XX latinoamericano, donde las dictaduras proliferaron y llenaron los países como Chile, Argentina, Uruguay, de terror y muerte. con un pensamiento y una praxis política, realmente excepcionales.

Su vida, llena de contrastes, no está exenta de polémica: activista político desde los 14 años, guerrillero urbano (Tupamaros), participante y más tarde líder del movimiento político Frente Ancho, durante la dictadura militar, lo que lo llevó a ser preso político durante quince años. Con el cambio de régimen, fue ministro de agricultura y más tarde llegará a ser presidente de su país en 2010.

Reconocido por su pobreza y austeridad, principios asimilados de sus ideas anticapitalistas, donaba el 90% de su salario a causas sociales, predicaba con sus ideas y vivió con sus principios filosóficos, lo que le acarreó la connotación del presidente filósofo.

Sus ideas políticas iluminan la vida intelectual con pensamientos profundos como su definición de la democracia: “Hay de aquellos que creen que el poder está arriba, el poder está en el corazón del pueblo que decide…” De activista político de izquierdas en su juventud, se decantó por un pensamiento democrático, con sensibilidades sociales hacía las clases campesinas y trabajadoras

Respecto a su pasado decía: “cuidémonos de trasladar nuestras frustraciones a las generaciones más jóvenes…”, creía ampliamente en el delegar y el reconocer el valor de las generaciones que le sucedía. A los jóvenes les recomendaba: “Hay que tener una causa para vivir, una pasión que te mueva y te comprometa, la vida no puede ser más que trabajar para conseguir y pagar facturas. La pobreza para él, citando a Séneca, era desear una prosperidad más allá de lo posible y ansiar más de lo que realmente necesitamos. Rescata el valor de la vida misma, la austeridad en lugar del despilfarro, criticando la superficialidad y el consumismo y la banalidad en la que se sumergen muchos seres humanos, realmente pobres mental y espiritualmente.

Su utopía socialista lo lleva a perseguir un mundo más justo. Durante su presidencia la prosperidad llegó a Uruguay, el desempleo solo era del 5%, el país gozó de estabilidad y prosperidad.

Despedimos a un político consecuente con sus ideas, no militó ciegamente en la izquierda latinoamericana, llegó a censurar y señalar al presidente venezolano Maduro como dictador y usurpador de la presidencia de su país. Una voz crítica que nos alerta sobre el holocausto ecológico, las injusticias sociales y la falta de principios y valores en los que nos sumergimos como sociedad.

Politólogo. – Sociólogo. – Presidente Liga Española Pro Derechos Humanos. – Centro de Estudios Ateneos.

Dos Presidencias Ateneistas Contrapuestas

El Día de Zamora, por Fco. José Alonso Rodríguez, 23 de Marzo de 2025.

En abril de 1974 bajo la presidencia de la profesora y escritora Carmen Llorca Villaplana primera mujer en presidir el Ateneo de Madrid y hasta el momento la única, tuvo lugar una conferencia y presentación del libro “El varón polígamo” de la escritora, médico y socióloga, la germano-argentina Esther Vilar.

Recuerdo muy bien este acto al que asistí con mucho interés, yo no era todavía Socio del Ateneo, pero si asiduo de su Biblioteca, pues era costumbre de hacerse socio del Ateneo para poder usar la Biblioteca para preparar Oposiciones, Doctorados o investigación, cosa que hoy se hacen Socios del Ateneo para otros fines ajenos a los principios para los que se creó el Ateneo.  La presencia en el Ateneo de Madrid de Esther Vilar atrajo a mucha Prensa y repercusión en todos los medios, pues días antes había participado en el programa de TVE de José Maria Íñigo “Directísimo”.

“El varón polígamo” era la última obra de la autora germano-argentina y se había convertido en un auténtico bestseller en España, en el número uno de los libros más vendidos. Sus teorías tenían un enorme impacto social y el acto, sería un motivo más del aperturismo que estaba llevando Carmen Llorca para que el Ateneo que había estado secuestrado por la Dictadura, fuera un revulsivo para que volviera al espíritu abierto y liberal de sus Fundadores.

Esther Vilar en “El varón domado” que fue un bestseller en 1971 decía cosas de este calibre: “la mujer doma al hombre para hacerle un esclavo sumiso, y luego lo lanza a la vida hostil para que gane dinero. Como contraprestación pone la vagina a su disposición a inérvalos regulares”. O “Las mujeres explotan a los hombres. Y, sin embargo, los varones son robustos, inteligentes, imaginativos, mientras que las mujeres son débiles, tontas y carecen de fantasía. ¿Cómo es que, a pesar de ello, son las mujeres las que explotan a los hombres, y no a la inversa? ¿Será, tan vez, que el mundo está gobernado no por la capacidad, sino por los seres que no sirven más que para dormir, o sea, por las mujeres?”.

Evidentemente, el libro generó un amplio revuelo y puso a las feministas en su contra señalándola como opositora a la emancipación femenina por esa tesis de que las mujeres dominan a los hombres siguiendo un padrón: “Sexo a cambio de manutención”.

En Alemania, muchos aún recuerdan su legendario enfrentamiento con la más famosa de las feministas alemanas, Alice Schwanzer, en un programa de la televisión WDR en 1975. La revista alemana “Spiegel” escribió entonces “Nunca dos personas se enfrentaron en la TV alemana de una forma tan viva, sino feroz, tan personal y llena de odio”.

Esther Vilar, nunca se ha reconocido como antifeminista:” Quien critica a las mujeres, hace algo por ellas” “Defiendo al hombre al tiempo que me burlo de él. Porque demuestra siempre que es cobarde, que se deja humillar, y mantiene una acometividad que le hunde. Mi feminismo es incomprendido, pero sólo muestro una de las muchas caras de la verdad” Son algunas de sus manifestaciones provocadoras pronunciadas en 1981.

“El varón domado” contiene muchas reflexiones de las que podemos seleccionar algunas: “A diferencia de la mujer, el varón es hermoso, porque, a diferencia de la mujer, es un ser espiritual. Eso significa que el hombre tiene curiosidad (quiere saber cómo es el mundo que le rodea, y cómo funciona). La mujer no se interesa en principio más que por cosas que puede aprovechar directa y útilmente para sí misma”.

 Esther Vilar, después de unos años, reconoció que no habría publicado el libro de saber su repercusión “Yo pensé que tenía que escribir un libro así y que las personas iban a responder porque explicaba todo de manera lógica. Sucedió al revés, unos pocos se acercaron, pero la mayoría se puso a favor del movimiento feminista militante”. Llegó hasta el extremo que tuvo que abandonar Alemania ya que fue agredida por militantes feministas, junto a su hijo tuvo que trasladarse a vivir a Suiza, Italia, Francia, España, Irlanda o Reino Unido entre otros países, y se dedicó a escribir piezas teatrales, aunque nunca permitió que se llevaran al cine su trilogía formada por el “El varón domado” (1971, “El varón polígamo” (1974) y “Modelo para un nuevo machismo” (1977).

He querido mostrar estos recuerdos personales del Ateneo de hace 50 años para poder comparar la calidad de una presidenta como Carmen Llorca, gran Presidenta, culta, paciente, cercana, buena persona, honesta, tolerante,dialogante, con una gran educación y cultura, que realizó un gran trabajo en el Ateneo de Madrid en unos momentos difíciles que ella los hacía fáciles. Carmen Llorca era una persona de profundas raíces cristianas y de derechas, que fue Diputada al Congreso por Alianza Popular:

Que diferencia con el actual presidente Luis Arroyo, para el que no hay ningún acto donde no haga resaltar su perfil ideológico, socialista de los que algún periodista ha denominado “falsos progresistas de caviar”. Una persona violenta, un narcisista patológico que va en aumento, con una ausencia absoluta de principios y moralidad. Con colaboradores y correligionarios dispuestos a justificar cualquier desmán con tal de medrar. Está causando un daño irreparable al Ateneo de Madrid, hasta tal punto que, si los socios no salen de la situación de letargo e inacción en la que se encuentran actualmente el Ateneo dejará de existir como tal para convertirse en un Club Privado, que parece ser el objetivo prioritario del nuevo grupo organizado que ahora lo gobierna. Un punto importante que quiero mencionar es que hay que tomar conciencia que no se puede permitir el maltrato psicológico y humillante a que se somete en las Juntas de Socios al anterior Primer Secretario del Ateneo, con el silencio de los demás miembros de la Junta de Gobierno que no abren la boca en las mismas.

La permanencia del cierre de la Cantina desde el 1º de agosto 2024 tiene al Ateneo durante casi 8 meses sin salida de emergencia, con lo cual está violando la Ley y poniendo en peligro la seguridad de los trabajadores de la Docta Casa, de los socios ateneístas y de las visitas que acuden diariamente a la institución. Existe un peligro cierto de que el Ayuntamiento decrete su cierre por motivos de seguridad, además de las violaciones al Reglamento y el incumplimiento de la Ley que pone en riesgo la clasificación del Ateneo de Madrid como Institución de Interés Público y Bien de Interés Cultural.

Politólogo. – Sociólogo. – Socio del Ateneo desde 1980. Presidente de la Liga Española Pro Derechos Humanos y Centro de Estudios Ateneos.

8 de Marzo Día Internacional de la Mujer

El Día de Zamora, por Fco. José Alonso Rodríguez, 6 de Marzo de 2025

Desde la Liga Española Pro Derechos Humanos exhortamos a todas las mujeres, amas de casa, trabajadoras, profesionales, campesinas, obreras, estudiantes, indígenas, afro descendientes, solteras y casadas, a conmemorar el histórico día de la mujer, sin imposiciones ideológicas ni dogmatismos

Hacemos un llamamiento activo a todas las organizaciones de mujeres, para unir esfuerzos y hacer más efectivas las diversas formas de lucha pacífica para obtener mediante la participación activa, la derrota definitiva de las políticas excluyentes y discriminatorias de los diferentes sistemas políticos que, en la mayoría de las ocasiones, imponen patrones culturales en donde el ser mujer en un mundo patriarcal, continúa siendo un gran obstáculo para el desarrollo personal y profesional.

 Frente a estas dificultades, reconocemos una oportunidad que motiva a la unión de género y que fortalece a las organizaciones de mujeres constituidas actualmente, para que se pueda contar efectivamente con una igualdad de derechos en todos los ámbitos de la sociedad.

Para eso, debemos unificar esfuerzos año tras año, al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, con el objeto de organizar actos de diversa índole, colmados de homenajes hacia el rol que desempeñan todas las mujeres en la sociedad, recordando, sobre todo, aquellas promesas incumplidas del pasado, que tienden a morir en el olvido, en donde predominan sistemas de injusticia desigualdad e inseguridad.

A lo largo de los siglos las mujeres han luchado intensamente, desde diferentes sectores, por la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. El Día Internacional de la Mujer es recordar esa lucha tantas veces ignorada y no abandonar la perseverancia de conseguir la igualdad entre todos los seres humanos.

Al rendir un homenaje a la mujer este 8 de marzo de 2025, resulta fundamental recordar el motivo de esta celebración, puesto que, si bien el origen de esta fecha es la lucha de las mujeres por reivindicar sus derechos fundamentales, es ineludible generar un cambio cultural en la sociedad donde el respeto y la convivencia sean efectivas.

Hechos históricos demuestran que el proceso de lucha incansable por parte de las mujeres en el mundo por la reivindicación de sus derechos. En 1908 cuando más de 40,000 costureras industriales se declararon en huelga, por la demanda de mejoras salariales, reducción de la jornada laboral, abolición del trabajo infantil y derecho a sindicalizarse, los dueños de la fábrica Cotton Textiles Factory en la ciudad de Nueva York, encerraron a sus empleadas para que no se unieran a la huelga, y se desató un incendio que provocó la muerte de 129 obreras. En 1909 Nueva York fue de nuevo testigo de la protesta de 15,000 mujeres trabajadoras, bajo el lema Pan y Rosas en el que el “Pan” simboliza la seguridad económica y las “Rosas” la calidad de vida. Posteriormente, las mujeres extendieron sus protestas hacia el derecho al voto y hacía el fin de la esclavitud infantil.

El Día Internacional de la Mujer fue propuesto en 1910 por la Alemana Clara Zetkin, integrante del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección, durante el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, Dinamarca, destacando el carácter proletario y popular de esta celebración. En 1975 las Naciones Unidas establecieron. el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.

Este día supone reconocer y valorar el decidido aporte de todas las mujeres del mundo a la construcción de la sociedad. Es justo valorar su inmensa ternura, creatividad, capacidad de trabajo, inteligencia y contribución al logro de las grandes transformaciones sociales de la historia de la humanidad. Las sociedades de hoy no podrían existir sin sus significativos aportes técnicos, científicos, y de fortalecimiento a la economía.

No podemos en este día dejar de recordar la labor que realizan las mujeres saharauis, las palestinas y las ucranianas en estos momentos tan dificultosos que están atravesando sus respetivos Países.

Fco. José Alonso Rodríguez, Politólogo, Sociologo – Pte. de la Liga Española Pro-Derechos Humanos

Entrevista a Fco. José Alonso Rodríguez

Politólogo, Sociólogo, Pte. Liga Española Pro-Derechos Humanos, Ilustre Miembro del Ateneo de Madrid

NHU, Marzo de 2025, Nación Humana Universal, Lavapiés – La Latina – Embajadores, Nº 131.

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